Convertir los puertos industriales en centros neurálgicos es clave para aumentar el uso de H2R
Convertir los puertos industriales en centros neurálgicos es clave para aumentar el uso de H2R
Por Arturo de la Sotta http://linkedin.com/in/adelasotta
Fecha publicada: 02 Mayo, 2023

La revolución energética que vive Chile, en el marco de la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, puede tener diversas miradas. Una de ellas es la perspectiva desde las regiones. Esta vez, la dedico a la Región del Biobío.
Biobío tiene una superficie de 23.890 km² y una población de 1.557.414 habitantes, siendo la tercera región más habitada del país; además es un importante polo de desarrollo. Cuenta con más de 35.000 empresas registradas, donde las actividades principales son la pesca, la industria forestal, la agricultura, la industria manufacturera y los servicios. Dentro de las industrias emblemáticas encontramos la siderúrgica CAP, el astillero ASMAR y refinería ENAP. Biobío también se destaca como un importante polo de formación profesional, de capacitación y de investigación, gracias a destacadas Universidades y abundantes Centros de Formación Técnica.
A su vez, en el ámbito logístico, la región del Biobío cuenta con una condición privilegiada en materia portuaria, ya que dispone de un sistema compuesto por siete importantes puertos, donde destacan: San Vicente, Talcahuano, Penco-Lirquén y Coronel. Según reporte 2019 de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile, representa casi un 25% del total nacional de exportaciones.
Cabría preguntarse entonces, ¿cuál es la relación de este importante región con el Hidrógeno Verde? La respuesta es que, según la Agencia Internacional de Energía, la principal oportunidad para impulsar el hidrógeno hacia su uso a escala industrial es convertir los puertos industriales en los centros neurálgicos para aumentar el uso de hidrógeno limpio. Es así como, en la actualidad, gran parte de la producción de refinación y productos químicos que utiliza hidrógeno, a partir de combustibles fósiles, ya están concentrados en zonas industriales costeras de todo el mundo. Es en este sentido que Biobío puede y debe jugar un rol.
Un comienzo de este desarrollo se puede ver en un interesante proyecto regional, llamado “Alianza Estratégica Hidrógeno Verde para el Biobío”. De acuerdo a su sitio web, se trata de un proyecto con enfoque colaborativo que ha logrado sumar a 43 entidades asociadas pertenecientes a la industria, entidades de educación superior, sociedad civil y entidades de gobierno. Este proyecto busca mapear el potencial de la región y converger en una hoja de ruta que defina una estrategia y oriente los esfuerzos colectivos para el despliegue del hidrógeno verde con alcance a la macro zona centro-sur.
En el mismo sitio se puede encontrar información sobre una de las iniciativas de interés, que se evalúa a nivel de perfil, esta es el “Hub de Hidrógeno Verde en Hualpén-Talcahuano”. Se trata de un proyecto que pretende generar un centro de producción y uso de hidrógeno verde en aplicaciones energéticas, en movilidad y en procesos industriales; considerando la presencia de la refinería de petróleo, planta siderúrgica, planta de cemento, plantas químicas, posibilidad de uso en mezclas de gas para uso residencial y en logística portuaria.
Para analizar si la perspectiva regional está alineada con la Visión País, podemos centrarnos en la Estrategia Nacional de Hidrogeno Verde, que se plantea tres fases siendo la primera con un enfoque en el consumos domésticos de gran escala con demanda establecida. La primera es a corto plazo, correspondiente al reemplazo de amoniaco importado por producción local y del hidrógeno gris utilizado en las refinerías del país, y también en el uso en transporte de pasajeros y carga pesada de larga distancia.
La misma Estrategia, también posee pilares, donde uno de ellos es “Ruta eficiente a un país cero emisiones”, indicando que el uso directo de hidrógeno verde, así como de sus derivados como el metanol, el amoniaco y los combustibles sintéticos, en sectores como en el transporte terrestre, marítimo y aéreo, minería, industrias y en el sector eléctrico, será necesario para que Chile experimente la transición desde los combustibles fósiles. Otro pilar es “Hidrógeno verde como motor de desarrollo local”, donde destaca que el Estado continuará velando para que la inversión y la innovación desarrolladas produzcan valor en las localidades donde se inserten los proyectos y se transformen en reales oportunidades de formación de capacidades y empleo nacional.
En resumen, desde la primera oleada y centrada en los pilares, la Región del Biobío tiene un potencial de convertirse en un polo enfocado en el uso doméstico del hidrógeno verde y sus derivados, permitiéndole a la industria regional alcanzar la carbono neutralidad y, de paso generar valor local. De este modo, la Región se transformará en un tercer polo de producción de hidrógeno verde, junto al desierto de Atacama y Magallanes, que, a diferencia, tienen un fuerte foco en exportación a gran escala.
En este marco, el pasado 25 de abril del 2023, se produjo una grata e interesante noticia para la Región. Ese día fue el lanzamiento por parte de la Universidad Católica de la Santísima Concepción del nuevo Centro de Energía y que tuvo como hito la puesta de la primera piedra del proyecto “Construcción Planta de Hidrógeno Verde para aplicaciones industriales en la Región del Biobío”. Esta planta se espera que esté en funcionamiento durante el segundo semestre del 2023,y, según la misma Universidad, tendrá como objetivo promover el desarrollo de la economía de este vector energético, como alternativa escalable para la industria. La planta tendrá dos líneas de trabajo, la promoción para la adopción de hidrógeno verde en el sector forestal y logístico portuario de Biobío y Ñuble, y la creación de un centro de electromovilidad urbano e industrial.
La Región del Biobío está llamada a ser un polo productivo y tecnológico de hidrógeno verde. En un futuro próximo, aprovechando sus tremendos potenciales técnicos y logísticos, podrá generar combustibles carbono neutral para consumo interno, y dar soluciones de bajas emisiones para la industria. Este nuevo polo de Hidrogeno Verde prestará servicios de alto nivel tecnológico y generará capital humano altamente calificado, que requieren el Norte Grande y Magallanes.
Arturo de la Sotta
Ingeniero Naval Electricista y Magister en Ingeniería Industrial.
Consultor en Hidrógeno Verde