EU empuja por un lenguaje más transparente sobre mitigación y aumento de renovables
EU empuja por un lenguaje más transparente sobre mitigación y aumento de renovables
Fecha publicada: 09 Mayo, 2023

Casi al final de la cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima celebrada en Sharm El-Sheikh el año pasado, el responsable de clima de la Unión Europea, Frans Timmermans, ofreció un gran acuerdo para salir del punto muerto en el que se encontraban las negociaciones de dos semanas. El bloque de los 27 daría su visto bueno a la creación de un mecanismo de financiación para pagar los daños y perjuicios causados por el cambio climático, cumpliendo así una exigencia de los países en desarrollo. Pero el apoyo de la UE sólo se produciría si todos los países aceptaran un compromiso más firme de eliminar el uso de combustibles fósiles. La promesa del fondo para pérdidas y daños se incluyó en el acuerdo final de la COP27, pero no así el acuerdo más firme para eliminar progresivamente los combustibles fósiles.
A Timmermans todavía le escuece esta derrota. “No hay manera de que alcancemos ninguno de nuestros objetivos si no hacemos más en materia de mitigación”, declaró la semana pasada en el Diálogo sobre el Clima de Petersberg, en Berlín, un acto destinado a aumentar la ambición antes de la cumbre anual de la ONU sobre el clima que se celebrará en Dubai a finales de año. Sin una acción más contundente contra las emisiones, “cualquier cosa que hagamos en materia de financiación, adaptación, pérdidas y daños, se quedará corta”.
La derrota sufrida el año pasado por la UE y sus aliados en la COP27 en materia de reducción de emisiones ha puesto en marcha lo que será una de las luchas más duras de cara a la COP28. El país anfitrión, los Emiratos Árabes Unidos, es un rico Estado petrolero cuya economía depende de las exportaciones de petróleo y gas. Los halcones de la reducción de emisiones tendrán que vérselas con el elegido por los EAU para presidir la COP28: Sultan Al Jaber, jefe de Abu Dhabi National Oil Co, el duodécimo productor mundial de petróleo y gas. La petrolera estatal que dirige tiene algunos de los planes más agresivos para ampliar la producción de combustibles fósiles.
Timmermans tiene a la ciencia de su parte. El coste de reducir las emisiones -dejando menos impactos climáticos extremos que afrontar- será mucho menor que el de pagar los mayores daños de un mundo que se calienta. Pero la política será aún más difícil.
Al Jaber afirmó la semana pasada en un acto sobre el clima que los diplomáticos deberían centrarse en la eliminación progresiva de las emisiones procedentes del petróleo y el gas, en lugar de eliminar esos combustibles por sí mismos. Se considera que eso deja la puerta abierta a la quema de petróleo y gas mientras se amplían las tecnologías de captura de carbono.
Los diplomáticos de la UE no están convencidos. “No creo que la captura de carbono nos lleve hasta ahí”, declaró Jennifer Morgan, enviada alemana para el clima, en una entrevista con Bloomberg TV. “Lo que realmente necesitamos ver, y creo que los países del mundo lo adelantarán, es el fin de la era de los combustibles fósiles y el aumento de las energías renovables”.
Así que la cuestión es cómo hará la UE para acelerar el ritmo de reducción de emisiones. El año pasado en Sharm El-Sheikh, el bloque participó en una iniciativa de India para ampliar el lenguaje adoptado en la COP26 sobre la reducción progresiva del carbón en favor del gas y el petróleo. Timmermans también quería comprometerse a que las emisiones del sector energético alcanzaran su punto máximo en 2025. El intento fracasó ante las presiones de Arabia Saudí, China y Rusia, que convencieron a la presidencia egipcia de la cumbre para que abandonara la idea.
Este año, los dirigentes de la UE prevén claramente la oposición a un lenguaje que exija una rápida reducción de las emisiones. Funcionarios europeos, desde la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, a la Ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, han empezado a reclamar un objetivo global para el despliegue de las energías renovables. Esta medida supondría un descenso de la contaminación a medida que la energía eólica y solar redujera la cuota de los combustibles fósiles en el suministro energético.
El mes pasado, la UE acordó aumentar sus propias energías renovables al 42,5% de la combinación energética para 2030. La Agencia Internacional de la Energía, que se encargará de fijar un objetivo mundial para las energías renovables, calculó que la cuota de estas tecnologías en el suministro energético mundial total era de apenas el 5,2% en 2021.
El resumen del Diálogo de Petersberg sobre el Clima, celebrado en Berlín, incluía una referencia a la necesidad de triplicar la capacidad de las energías renovables. Al Jaber dijo en su discurso en el evento que la triplicación debería producirse para 2030, con otra duplicación para 2040.
Es probable que el costo del despliegue de las energías renovables, especialmente en los países en desarrollo, sea enorme. Las naciones ricas han fracasado repetidamente en su intento de alcanzar un objetivo de financiación de 100.000 millones de dólares al año -algo que esperan que se cumpla este año-, pero las naciones más pobres ya han dicho que esa cifra debe ascender a billones y llegar sin condiciones. Para colmar esa laguna podrían necesitarse nuevos instrumentos de financiación innovadores, como gravámenes mundiales sobre el transporte aéreo y los combustibles marítimos. O tal vez una revisión de los bancos multilaterales de desarrollo, idea preconizada por la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley.
Mientras tanto, un objetivo global separado para impulsar la eficiencia energética podría ser más fácil de alcanzar, según un funcionario europeo familiarizado con el asunto. La UE ya ha acordado un objetivo para reducir “¿Por qué no somos más comunicativos aquí sobre la reducción de nuestro consumo de energía?”. dijo Timmermans en el evento climático de la semana pasada. Especialmente los principales emisores, los principales países industrializados. Hay mucho, mucho más que podemos hacer en eficiencia energética de lo que estamos haciendo ahora”.
Fuente: John Ainger and Akshat Rathi de Bloomberg Business