Hidrógeno Verde y el Futuro del Transporte Marítimo: “La necesaria Des-carbonizando los Océanos”
Hidrógeno Verde y el Futuro del Transporte Marítimo: “La necesaria Des-carbonizando los Océanos”
Por Arturo de la Sotta, consultor de la industria del hidrógeno renovable.
Fecha publicada: 29 Septiembre, 2023

En la economía global, el transporte marítimo juega un papel insustituible. La vasta mayoría de las mercancías atraviesa los océanos, pero esta es una industria con una cara oculta y preocupante, porque es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero y contaminantes; y también, casi imposible de electrificar.
Durante el 2022, más de 12 mil millones de toneladas de mercancías surcaron los mares, donde el 99% de los buques mercantes de gran calado utilizaban combustibles derivados del petróleo y altamente contaminantes. Este panorama plantea un reto monumental a la industria marítima, que busca con ahínco mayor sostenibilidad y la reducción de emisiones.
De los cien mil buques de gran porte en todo el mundo, apenas unos 1.300 podrían considerarse ecológicamente responsables. Unos mil de ellos confían en el gas natural licuado (LNG) y uso de motores duales, mientras que el resto se aventura en el terreno de las nuevas tecnologías como metanol, sistemas eléctricos e híbridos.
Hasta hace poco, el gas natural licuado (LNG) ocupaba el centro del escenario como la opción preferida para un transporte marítimo más limpio. Sin embargo, el panorama cambia drásticamente cuando miramos hacia el futuro. En 2023, el 73% de los nuevos contratos de construcción naval se inclinan hacia los buques convencionales, mientras que un alentador 22% abraza alternativas más amigables con el medio ambiente. En este último grupo, el 11% opta por el metanol, el 8% por el LNG y un 3% por el gas licuado de petróleo (LPG). Notablemente, el hidrógeno aún no ha hecho su entrada en escena.
El evento “Green Gas Mobility Summit 2023”, celebrado en Madrid los días 20 y 21 de septiembre, levantó la imperiosa necesidad de descarbonizar el transporte marítimo y terrestre mediante gases renovables y sintéticos. Reunió a representantes de la Comisión y el Parlamento Europeo, así como autoridades públicas, CEO’s y directores generales de empresas líderes en energía y transporte. El congreso se enfocó en explorar vías de descarbonización para los modos de transporte más difíciles de electrificar, y avanzar en temas relacionados a la producción y disponibilidad de nuevos combustibles marinos como el hidrógeno, bioGNL y metanol. Este último está surgiendo como un combustible prometedor porque su atractivo radica en su familiaridad y facilidad de suministro, como lo demuestra su uso regular en el puerto de Róterdam. Sin embargo, el metanol verde, derivado de fuentes de energía renovable, aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, en comparación con el metanol convencional.
Un ejemplo es el “Laura Maersk”, el primer portacontenedores del mundo impulsado por metanol verde, diseñado para operar en el Báltico, marcando un hito significativo en la transformación de la industria naviera.
El impacto de la transformación del transporte marítimo hacia opciones más sostenibles tiene un significado importante para Chile, un país con una larga costa y una economía altamente dependiente del comercio internacional. Si bien Chile no es uno de los principales actores en la industria naviera a nivel mundial, las tendencias globales en el transporte marítimo tienen repercusiones directas en su economía y medio ambiente.
Desde una perspectiva económica, Chile se beneficia significativamente de un transporte marítimo eficiente y rentable para exportar sus productos, como el cobre, la fruta, el salmón y otros bienes. La adopción de combustibles más limpios en el transporte marítimo a nivel global puede tener un impacto positivo en la reducción de costos operativos y en la eficiencia de las rutas comerciales, lo que podría traducirse en un comercio más rentable para y, potencialmente, en una mejora de la competitividad de sus productos en los mercados internacionales.
Además, el compromiso internacional con la reducción de emisiones y la transición hacia combustibles más limpios en el transporte marítimo puede abrir oportunidades para que Chile diversifique su economía en el sector de energías renovables y la producción de combustibles verdes o sintéticos. Chile cuenta con recursos naturales abundantes, como el viento y el sol, que son esenciales para la generación de energía limpia. La producción y exportación de estos e-fuels podría convertirse en una fuente importante de ingresos y empleo.
Sin embargo, también existen desafíos para Chile en esta transición. La inversión en infraestructura para la producción y el suministro de combustibles más limpios, así como la adaptación de los puertos para el manejo de estos nuevos combustibles, requerirá esfuerzos y recursos significativos. Además, la competitividad de la industria naviera chilena podría verse afectada si no se adapta a tiempo a estas nuevas tecnologías y prácticas.
Sin embargo, es esencial que el país esté preparado para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que esta transición ofrece, y que colabore con la comunidad internacional para garantizar un futuro más limpio y sostenible en el transporte marítimo, que se halla en una fase inicial de su transformación hacia la sostenibilidad.
La creciente legislación europea, los avances tecnológicos y los incentivos tributarios en algunos países, acelerarán este proceso. Los combustibles alternativos, como el hidrógeno verde, el metanol y otros biocombustibles, se perfilan como protagonistas clave en la reducción de emisiones y la búsqueda de un transporte marítimo más limpio y sostenible.